Las Gingerbread houses, como su nombre indica, son casas hechas gingerbread, algo así como pan de jengibre. Es una masa de jengibre que se parece más a una galleta que a un pan. La misma masa que se utiliza para hacer esas clásicas galletas navideñas o Nochebuena que conocemos de las películas, como la de Shrek.

Cuando se acerca la Navidad o Nochebuena, las tiendas se llenan de casitas de jengibre (gingerbread houses) para montar. El paquete suele venir con la estructura (paredes, techo y piso), los dulces, y la decoración depende de ti. Es una actividad estupenda para hacer en grupo, especialmente con niños. 

Además, construir una casa de jengibre (gingerbread house) puede enseñarnos grandes lecciones que podemos asociar fácilmente a nuestra vida cotidiana y a la protección de nuestro hogar. A continuación, te presentamos una lista de lecciones que pueden y deben llevarse a la vida real y a las casas que no son de azúcar.

1- Considera todos los detalles creativos y estructurales

Aunque existe una casa tradicional de jengibre (gingerbread house), puedes encontrar muchos modelos diferentes para montar. Hay mansiones, puentes, trenes e incluso lugares turísticos. Saber cuál es tu proyecto de construcción te ayudará a ahorrar tiempo e identificar los mejores materiales a utilizar.z

Lo mismo se aplica a la casa, el edificio o el galpón que estés construyendo. Conocer el proyecto, saber el destino del espacio y el presupuesto disponible, agiliza la planificación y reduce la posibilidad de cometer errores durante la construcción.

El tipo de proyecto también puede tener un gran impacto en el tipo de cobertura que necesitarás, los valores del seguro e incluso las posibilidades de ser aprobado por la compañía de seguros. 

2- Una base segura y permanente es fundamental

Al construir una casa de jengibre (gingerbread house), asentar esta estructura sobre unos cimientos permanentes es vital para su estabilidad a largo plazo. 

Mientras se construye una casita de jengibre (gingerbread house) aprendemos que empezar una estructura en una superficie e intentar moverla a otra es una mala idea y hace tambalear la integridad estructural de la casa, haciendo que sus paredes de galleta se desmoronen.

En una construcción en la que las paredes no son comestibles, esto también ocurre. Para garantizar que no tengas que recurrir al seguro por el derrumbe de los cimientos, presta mucha atención a este aspecto durante la construcción.

Para los constructores, es importante tener claros los límites y la cobertura de la póliza de riesgo del constructor (builders’ risk) activa para esta construcción antes de asumir que cualquier problema será cubierto por la compañía de seguros.

Además, si vas a comprar una casa ya lista, una buena inspección puede detectar este tipo de problemas y evitar futuros reclamos (claims). ¡Presta toda tu atención a los cimientos o fundación!

3- Ten un plan de acción, teniendo en cuenta los materiales disponibles

Si planificas teniendo los materiales listos, en el orden correcto, con la secuencia en que hay que hacer las cosas, es menos probable que te agarre desprevenido si las tejas pegadas se caen o el revestimiento de la pared de pretzel o galleta no aguanta.

Del mismo modo, contar con una póliza de seguros que siga los requisitos de un contrato de construcción integral significa que el proyecto estará mejor protegido frente a todo tipo de pérdidas. 

¿Cuáles son los seguros que necesitan las empresas de construcción? Para saber más lee este artículo.

Lo que también es útil recordar es que si haces una remodelación e incluyes materiales que no había en el proyecto original, tienes que informar a la compañía de seguros y ajustar tu póliza. De este modo, tu casa o tu construcción estarán siempre protegidas frente a cualquier imprevisto. 

¿Cuáles son los factores que influyen en el precio de tu seguro de hogar? Para saber más lee este artículo.

4- La experiencia es importante

Cuando se trata de estructuras de gingerbread, la práctica lleva al maestro, o al menos lleva a conocer todas las amenazas que pueden desmoronar a tu construcción, como una base provisional o demasiadas gomitas en la decoración. Independientemente de que estés evaluando opciones de adhesivos comestibles o determinando el mejor diseño para los toques finales, los conocimientos técnicos (know-how) aumentan tus posibilidades de éxito.

Por la misma razón, cuando calculas los costos de un proyecto a través de un plan de Riesgos de Constructores, o Builder’s Risk, los contratistas deben tener al menos dos años de experiencia relacionada con el tipo de proyecto. 

A la hora de construir una casita de dulce, la experiencia puede marcar la diferencia entre una casita envidiable y un techo que se desliza sobre el glaseado real. En cambio, en el mundo real, cuando se construye una casa en la que las paredes no son de galleta, la experiencia garantiza profesionales capaces de preparar todos los aspectos del proyecto y de encontrar soluciones rápidas y duraderas a cada reto.  

Texto adaptado del sitio web Us Assure